CENICIENTA EN OTOÑO

Este blog servirá de memoria del Curso de Humanidades organizado por la Universidad Autónoma de Madrid

Los cuentos de hadas forman parte de la tradición cultural de nuestro entorno, son leídos a los niños y por los niños desde muy pronto, versionados de mil maneras, nos acompañan toda la vida. Siendo esta una facultad de educación dedicar un curso de humanidades a trabajar monográficamente sobre un cuento como la Cenicienta, uno de los más divulgados y reinterpretados, es una ocasión para disfrutar de la magia de los cuentos de hadas y afinar nuestro sentido crítico a la vez que nos adentramos en charlas, debates y talleres absolutamente interdisciplinares que proponen ópticas muy agudas y diversas que harán que desentrañemos y encontremos nuevos significados a una historia tan divulgada. También es una ocasión para convivir y compartir las comidas meriendas y cafetitos picnic cenicientos, es tan importante la alimentación y la socialización tan unida a la comida, que en este grupo de cenicientas y cenicientos se hará alma común, en la comunión colectiva. (Todos vamos a ir vestidos de cenicientas y cenicientos, con un zapato colgando y haremos tribu cenicientil)

Cómo conseguir los créditos

Para conseguir los dos créditos de libre configuración o bien el crédito ECTS tenéis que abrir un blog desde la página http://www.blogger.com/ en este blog pondréis vuestro nombre y apellidos, una fotografía y una dirección de email.
En el blog realizaréis una memoria de lo vivido en el curso de la Cenicienta en otoño, tanto en imágenes como en palabras. Podéis incluir fotos, vídeos, dibujos...
Necesariamente una fotografía con vuestro vestido ceniciento.
VUESTROS BLOGS LOS LINKARÉ A ESTE GENERAL PARA QUE TODOS PODAMOS COMPARTIR LA EXPERIENCIA.
La dirección de vuestro blog (dirección http) me la enviaréis a bandeirapilar@gmail.com

Las ponentes y organizadoras cenicientas

Los participantes van llegando al curso

Comiditas cenicientas

Momentos Cenicientos

jueves, 26 de noviembre de 2009

Versión de la Cenicienta de Basile siguiendo a Bettelheim



"En el mundo occidental, la historia del origen de Cenicienta empieza con la primera versión publicada, a cargo de Basile, la Gata Cenicienta: En ella aparece un príncipe viudo que quiere tanto a su hija que no veía más que por sus ojos. Pasado un tiempo se casa con una malvada mujer que odia profundamente a la niña -podemos suponer que siente celos de ella- y le lanzaba unas miradas tan penetrantes que la hacían estremecer de miedo. La muchacha se queja de ello a su querida nodriza, diciéndole que la hubiera preferido a ella como madre. Ésta, alentada por esas palabras, indica a la niña, llamada Zezolla, que le pida a su madrastra que busque algunos vestidos en un viejo baúl. De este modo, Zezolla podrá dejar caer la tapa del arca sobre la cabeza de la madrastra y romperle el cuello. La niña sigue los consejos de la nodriza y da muerte a la perversa mujer. A continuación convence a su padre para que se case con la nodriza.
Algunos días después de la boda, se descubre que la nueva esposa tenía seis hijas que había mantenido ocultas hasta aquel momento. Entonces, empieza a degradar a Zezolla a los ojos de su padre: Fue rebajada de tal modo que pasó de los salones a la cocina, de sus aposentos a los fogones, de espléndidos vestidos de seda y oro a burdos delantales, y del cetro al asador; no sólo cambió su posición sino también su nombre; dejó de llamarse Zezolla para tomar el nombre de Gata Cenicienta.
Un día, cuando el príncipe debe salir de viaje, pregunta a sus hijas qué regalo desean que les traiga. Las hijastras piden cosas sumamente valiosas, mientras Zezolla quiere únicamente que la paloma de las hadas le conceda algún presente. El obsequio que hace llegar a sus manos es una palmera, con todo lo necesario para plantarla y cultivarla. Después de haber plantado y cuidado el árbol con gran esmero, la niña lo ve crecer hasta alcanzar el tamaño de una mujer. Entonces, del árbol surge un hada, dispuesta a conceder a Gata Cenicienta todo lo que ésta desee. Todo lo que pide es que se le permita abandonar la casa sin que se enteren sus hermanastras.
Un día se celebra una fiesta a la que asisten las hermanastras elegantemente vestidas. Tan pronto como se queda sola, Gata Cenicienta corrió al árbol y pronunció las palabras que el hada le había enseñado, viéndose, al instante, ataviada como una reina. El rey de aquellas tierras, que también acude a la fiesta, queda prendado de la extraordinaria belleza de Gata Cenicienta. Para averiguar quién es, en realidad, aquella hermosa doncella, ordena a uno de sus criados que la siga al salir del baile, pero la muchacha consigue esquivarlo. Al cabo de un tiempo se celebra otra fiesta, en la que ocurre exactamente lo mismo. Durante la tercera recepción, se repiten los mismos hechos, pero, esta vez, mientras el criado sigue a Gata Cenicienta, ésta pierde una de sus chinelas, la más bella y extraordinaria que os podáis imaginar. (En la época de Basile, las mujeres napolitanas, cuando salían, se calzaban unos zapatos de tacón alto, llamados chinelas.) Para poder encontrar a la bella muchacha a quien pertenece la zapatilla, el rey celebra una fiesta y ordena a todas las mujeres del reino que acudan a ella. Al final del baile, el rey obliga a cada una de ellas a que se pruebe la chinela y, al irse acercando a Zezolla, el zapato escapó de sus manos y fue a ajustarse al diminuto pie de la muchacha. Ante esta evidencia, el rey convierte a Zezolla en su esposa, mientras que las hermanas, pálidas de envidia, salieron sigilosamente de palacio".

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